LA INTERVENCIÓN PÚBLICA EN EL TRÁFICO DE BIENES CULTURALES


Galerías y ferias de arte,
museos, coleccionistas, fundaciones privadas, arqueólogos, inversores, anticuarios,
entidades religiosas, restauradores, marchantes, Administraciones públicas y
hasta quienes por simple casualidad encuentran restos de valor cultural están
sometidos a una plétora de normas que inciden en el tráfico de bienes
culturales.
La mera posesión, su importación
o exportación, las condiciones de su guarda y conservación, el mercado de obras
culturales y la aplicación de normas de Derecho privado en el tráfico entre
particulares se ven condicionadas en grado sumo por la intervención del
ordenamiento jurídico público, que incluye tanto normas administrativas
nacionales como internacionales
y europeas, alcanzándose las de naturaleza penal. Este ordenamiento se refiere incluso
a la prevención del blanqueo de capitales y a la restitución de obras que
sufrieron la rapiña nazi o el saqueo en guerras más cercanas en el tiempo.
Dicha intervención se acrecienta máxime cuando España cuenta con un rico patrimonio
cultural y se fomenta un creciente turismo especializado, al que sirven desde nuevos
museos a exposiciones temporales destinadas al gran público.
Esta obra recoge, analiza y
sistematiza el variado y a veces complejo ordenamiento jurídico que limita y el
moldea el tráfico privado y público de los bienes culturales, sirviendo de gran
utilidad para la seguridad jurídica de quienes intervienen en este sector.